Deja de mirar a tu alrededor, y mira dentro de ti, en lo más profundo.
¿Lo ves? ¿No verdad?. Pues sigue buscando. Cuando lo encuentres, sácalo, y presta atención, tiene algo que decirte. Verdades. Verdades que son tan dolorosas que tu cuerpo las evita solo para no tener que perder su corto y valioso tiempo curando tus estúpidas heridas.
Por eso las guarda allí, donde muy pocos son capaces de mirar. Tal vez por miedo o simplemente porque están demasiado ocupados pensando en cosas aparentemente más importantes... las hipotecas y eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario