jueves, 14 de noviembre de 2013

Vivir muriendo

Los héroes y los villanos se intercambian los papeles detrás del telón. A la adorable tortuga ninja se le acabó la heroicidad y no quería morir sin cicatrices, así que dio rienda suelta a su gorila interior que destrozaba todo lo que se le cruzaba en el camino. Pulverizaron ciudades enteras, mataron por un simple coche Convirtieron la destrucción en la construcción de sus placeres. Al fin, se cumplió ese destino que la tortuga había firmado el día que cogió el camino de la autodestrucción, cayó sobre ella el peso de la justicia. Había comprendido que los viscerales no estaban hechos para llegar a viejos.











Fotos realizadas con una cámara estenopéica